miércoles, 28 de febrero de 2007

Mi media sordera

Esto es un momento muy duro para mí, voy a hacer pública mi media sordera.

La culpa de esto la tienen unas malas pendejas, que muertas de rabia por mi entereza, decidieron chivarse de mi media sordera. A ellas les dedico este post, junto con una acelga que suavemente incrustaré en sus lindas orejas. También se lo dedico a Santiago, con el que comparto una buena amiga y la media sordera, y por último a Mantel, que parece que era el único del mundo que no conocía esta tara mía de vieja.

Todo empezó hace años cuando sonidos extraños se apoderaron de mi cabeza. Iremos al médico pequeña, me dijo mi madre. El médico me metió en una cabina de cristal y me puso unos cascos horteras. Me indicó que debía levantar la mano del lado en que escuchara el pitido en la oreja y yo.... hice lo que pude. Me diagnosticó un TRAUMA DE OÍDO, que él achacó a un fuerte sonido que hubiese alterado mi sensibilidad extrema.... aunque yo vi claro que no era ese el tema. Mi trauma seguramente se había debido a que me estaba haciendo mayor y escuchaba cosas de la vida que me daban mucha pena. Mi oído se traumatizó y decidió emitir pitidos y sólo escuchar cosas buenas.

Pasaron los años y de una broma pasó a ser un problema. Mi cara de póquer en las reuniones, mi sonrisa de no-sé-de-que-me-hablas-pero-da-igual-y-yo-me-río, mi mirada de estar en la parra, eran todo un poema. Vuelta al médico otra vez, vuelta a los cascos horteras, vuelta al trauma de oído y amenaza de ponerme pinglanillo... mandeee???? pinglanillo yo??? nunca. Que aquí se pone serio el tema, pinglanillo y sonotone, eso me suena a una abuela.

La última vez que fui al médico fue hace cosa de un mes y me mandó hacer otra prueba. Le voy a mandar una prueba para examinar bien oído y oreja, me dijo. Vale, basta ya de cabinas horteras, me voy a la prueba nueva. Hola señora, desnúdese entera......¿¿¿¿!!!????¡¡¡¡..... ¿Desnúdese entera? si es una prueba de oreja.... ¿desnúdese entera?... voy a interponer una queja!!!! . Pasé por el aro y me hice la prueba, pero eso ya es otro tema....

P.D. Al final, ni pinglanillo ni sonotone, tan solo una aburrida medicación de vieja.

martes, 27 de febrero de 2007

Frenopático

Un señor con una maleta
Un autobús lleno de gente
Una mujer subiendo escaleras
Una pradera

Un collar de caballitos de mar
Una cara pintada de rojo
Una burbuja en el vaso
Una meada en la hoguera

Una mochila a cuestas

Un pendiente sin pareja
Un culo como un mapa
Una hora que no es hora
Una cometa

Unas zapatillas de huida
Papeles
Trastos
Esponjillas de cigarros

Una pantalla
un clic
una tecla
Una cabaña cubierta de tela.

domingo, 25 de febrero de 2007

Despertar

Una mujer encerrada dentro de una montaña,
se despereza
y chocan sus brazos en las paredes de piedra.

Abre los ojos
y despierta de un letargo inhumano
que la mantiene fríamente abandonada.

Comienza la lucha,
su mente primero
su cuerpo después
y rompe a grietas su cabaña dorada
y sale al exterior.

Mujer herida en una montaña
que despierta esos anhelos llenos de tierra
y barro
que esta noche
lavará en el reflejo de una vela.

viernes, 23 de febrero de 2007

Fuegos

Después de una semana con la inspiración de espaldas, hoy me llueve un regalito de una mujer a la que me une un enorme aprecio y un amor por "eso que hay detrás de las palabras". Cada varios días, o cada semana o cuando ella quiere, me envía un correo de buenos días con un poema de regalo o un relato o simplemente una frase. Ella no es la autora, pero el regalo lo hace con tanto afecto y delicadeza que bien pronto te olvidas de quién escribe el texto. Te llega el mensaje de ella, sin más.

Hoy me ha hablado de los fuegos, de la individualidad de cada alma, que es como un fuego encendido sólo y único entre la multitud. Entre la multitud de "fueguitos" que somos. Hoy me ha hecho pensar en lo diferentes que somos de mucha gente que está a nuestro lado y en lo cercanos que nos podemos sentir entre fuegos-almas que hablan el mismo idioma, aunque estén lejos. Y es que es verdad, donde hay llama todo cabe, donde se extingue algo grande se pierde.

Os dejo con el relato. Es de E. Galeano y se titula El Mundo:

Un hombre del pueblo de Negua, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

martes, 20 de febrero de 2007

.......

El Albatros - Las flores del mal -
Charles Baudelaire

Como un juego, a menudo en los barcos he visto
cómo cazan albatros, grandes aves marinas
que son como indolentes compañeros de viaje
tras el barco que surca los abismos amargos.

Una vez han caído en cubierta, esos reyes
del espacio azulado son torpones y tímidos,
y sus alas tan blancas y tan grandes son como
blandos remos que arrastran lastimosos por tierra.

¡Pobre alado viajero, desmañado e inerte!
¡Él que fue tan hermoso ahora es feo y risible!
Uno acerca a su pico la encendida cachimba,
otro imita cojeando al lisiado con alas.

El Poeta es un príncipe, gran señor de las nubes,
cuya casa es el viento, que no teme al arquero;
desterrado en el suelo, entre el vil griterío,
sus dos alas gigantes no le dejan andar.

domingo, 18 de febrero de 2007

Vieja Sonia

Hoy es el cumple de la vieja amiga Sonia. Como no he podido hablar con ella pues le felicito desde aquí.

A Sonia la conozco desde que ella era más alta que yo, es decir, desde hace siglos. Además de compañeras de clase siempre hemos sido vecinas de barrio; vivíamos en la misma calle, en aquellas épocas en las que todavía se bajaba a jugar a la calle por las tardes (..música de violines...). El patio de la finca de Sonia era el más grande, además hacía chaflán y tenía un poco de jardín delante. Era un punto estratégico de reunión. El portero de la finca de Sonia se llamaba Félix, y tenía una cara tan rara tan rara que, como premio, le regalamos un apodo: “El Marciano”. Ciertamente Félix tenía cara de marciano o al menos eso nos lo parecía desde nuestra mirada bajita. Hoy por hoy, cuando alguien nombra Félix siempre me acuerdo de su cara rara metida en una garita de cristal. Y me da rabia asociarlo siempre.

Sonia siempre ha sido como de la familia. Se acoplaba al jolgorio de mi casa llena de hermanos como una más y hasta se llevaba las mismas broncas y los mismos castigos que yo. Las salidas nocturnas, Sonia, permite que las omita porque sino acabo el post para tu cumple que viene y para entonces te quiero hacer otro regalo que no sea éste.

Sonia es del tipo de persona que te da buen rollo. Además pronto será conocida, porque está siendo estudiada por tres científicos rubios con gafas del estado de Colorado, ya que un buen día el reloj biológico se le alteró, con el ozono o con algo más raro, y desde entonces Sonia nos cumple los años hacia atrás. Cuanto más años pasan a ella se le ve más joven. No bromeo. El miedo que me da a mí es cuando llegue el momento en que sea otra vez menor de edad y no nos podamos ir de cervezas con ella. Ni fumar. Hellen, ves pensando algo…. A ver cómo lo solucionamos.

Sonia se nos ha ido este fin de semana de viaje. De viaje de los que a mí me gustan, de los que tienen vida, de los que vuelves doble o mitad, de los que te arrastran sin contemplaciones, de los que pocas veces se hacen, viajes de vuelta con otras camisas. Al irse le aconsejamos, como buenas amigas, que se dejara la cabeza aquí y se llevara sólo el cuerpo, es más, que se llevara dos de cuerpo, que ella es chiquitilla y no nos queríamos quedar sin. No sé si mañana volverá doble o mitad, sí se que en cualquier caso una ronda se nos paga. Y pronto.

sábado, 17 de febrero de 2007

Alas de palomas

No va de cachondeo

Sentada de lado en el banco, deja caer su mano llena de comida para las palomas. Caen bolitas de pan y alpiste cerca de sus pies. Le gusta mucho verlas juntas picando el suelo con sus martillitos finos. De pronto, alguien se sienta y cae el bastón rodando hasta el suelo, las palomas saltan, revolotean, se dispersan…. Ella mira al muchacho y sonríe. Te estaban esperando, le dice.

jueves, 15 de febrero de 2007

Pobres palomas

Son las tres y diez del mediodía y camino apresurada, apurando un pitillo callejero, porque siempre llego tarde. Da igual cómo lo haga, pero siempre llego tarde. Poco, pero tarde. Hace una temperatura cálida. Busco mis gafas de sol que siempre que necesito no encuentro, y, como es obvio, no las encuentro. Me fastidio, achino los ojos y sigo caminando.

Voy a comer a la casa-tienda que tiene una amiga cerca de donde trabajo. Pero hoy no voy a hablar de la comida en la casa-tienda de mi amiga, que eso merece mención aparte, hoy voy a hablar de su vecina. Llego al patio y está cerrado, aporreo un poco la persiana metálica de su tienda y espero. Hace sol. Mi amiga no está cerrada por reformas pero cuando va a comer baja la persiana de su tienda, como es normal, y yo tengo que esperar a que ella vea a través de los agujeros metálicos mi silueta rondando nerviosa y con más hambre que un lobo. Espero, pongo mi cara al sol y respiro, cierro los ojos, de pronto los abro y veo dos palomas a un metro y medio de mis pies, me acuerdo de ayer que escribí algo sobre el día de la paloma muerta y me río... qué pobres... De pronto un ruido en la gruesa puerta de madera del patio, mi amiga, pienso. Veo un brazo enfundado en un batín del color azul eléctrico y doy un respingo. Ya le vale a mi amiga, pienso, tampoco hace tanto frío para ese batín. Se asoma un bastón y después una viejeta en forma de vecina de mi amiga. Le ayudo a salir. Lleva una mano apretaica apretaica, llena de alpiste. Va murmurando cosas. ¿Es para las palomas? le pregunto. Me mira traviesa con ojillos chiquitos, y entredientes dice, sí es que me dan pena, son animales, pero si me ven los vecinos... me riñen... Y en cuestión de milésimas de segundo desaparece el pienso apretaico de su mano. Toda una profesional en el asunto, ni una marca, cero huellas, rostro inmutable, ni un brillo en su mirada que delate su acto, nada,.... una profesional. Le ayudo a entrar. Es que me dan pena los animales, por feos que sean.... Pobres palomas, pienso, les acaba de llamar feas. Le acompaño hasta su puerta enfrente de la de mi amiga y me dan ganas de meterme en su casa a ver la tele con ella y cabecear en su sillón de al lado.

P.D. Tengo que contar que una hora más tarde me entero de que mi amiga es una de las brujas vecinas que con su escoba barren el alpiste de la acera y asustan a las palomas dando taconazos al suelo. Es más, intuyo que ella es la cabecilla. Ya le vale.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Pamplinas

Pamplina de día el de hoy, pamplinas de corazoncitos rojos colgados con tiras en los escaparates, pamplinas de cajas de bombones con formas imposibles.

Siento ser hoy tan escéptica, pero tengo un sinolodigoreviento de los míos, y aquí estamos. Si crees en San Valentín no sigas leyendo.

El día 14 de febrero considerado como día de los enamorados me parece una soberana tomadura de pelo. Me explico: se trata de celebrar el día del amor, como también se hace con el día del niño, de la madre, del libro etc.... Al paso que vamos pronto se celebrará el día de la lluvia, del tráfico, de la mala memoria mezclada con despiste, del caballo del malo, de la abuelita en un banco del parque, del perro abandonado o de la paloma muerta....en fin, a mí todo esto no me parece mal del todo, ¡será por temas!, incluso observo que, puestos a ello, la temática disponible superaría con creces los días del año, con lo cual tendríamos que funcionar por trienios para poder abarcar todos los campos. Obviamente, siempre habrá algún tema que se sienta discriminado, ya sea porque le ha tocado al final del tercer año, ya sea por que le ha tocado justo detrás del día de Bush. En fin, eso es algo con lo que ya contamos. Protestas siempre, no pueden faltar.

A lo que iba. Me consta que en el día de hoy hay personas que se juegan mucho. Es decir, un "no me has hecho un regalito, ¿se te ha olvidadoooooo???" puede tranquilamente equivaler a un "vete a la mierda para siempre y jamás y no te escupo en la cara porque hay gente delante", y un "¿de quién es este sms a estas horas? déjame leerlo..." pongamos cenando en el único restaurante con mesa libre para dos esa noche, puede terminar como el rosario de la aurora... Lo que yo quiero decir con esto es que precisamente al amor es al que menos hay que crearle un traje a medida, o dedicarle un día del año, ya que el amor, precisamente el amor, justo el amor, oh..l'amour lámour...., el verdadero........, ese es desmedido por naturaleza, no tiene ni días, ni noches, ni edades, ni cara, ni traje, ni madrenipadre, y no se puede encorsetar y mucho menos comparar la intensidad de éste con el tamaño de un regalo o el precio de un cubierto...

El amor, si se quiere vivir como tal, arrastra. Sí, literalmente arrastra, y yo creo en él, aunque no en su duración y menos todavía en su celebración el día de hoy. Así que no te preocupes si hoy no recibes regalo de la persona amada, seguramente es señal de que todavía le queda algo de cabeza, ni te pienses que te ama solo a ti al recibir ese presente adornado con corazoncitos rojos, es fácil que haya comprado dos iguales...ejem.... No me extrañaría que los estudios demostraran que muchas parejas rompen en este día tan colorado.

En definitiva, no dejemos que nos metan al amor (también) en la máquina del consumo. Y si tienes un regalo para mí.... mejor mañana.

martes, 13 de febrero de 2007

Una de besos

Besos abandonados
besos mordidos
besos apretados
besos que no son besos
besos dormidos
besos callejeros
besos oscuros besos
besos regalados
besos con barba
besos mañaneros
besos tontos
besos profundos besos
besos mojados
besos secos
besos devorados
besos últimos y besos primeros
besos que saben a azucar
besos caídos y besos alados
besos urbanos
besos abrazados
besos sentados y besos acostados
besos de lado
besos...
pero yo de todos...
los besos besos.

lunes, 12 de febrero de 2007

Cerrado por reformas

Acabo de ver una tienda con la persiana bajada, los cristales de los escaparates sucios, hojas secas por el suelo y un enorme cartel que dice "Cerrado por reformas".

Se me ha ocurrido una posible solución a muchos de nuestros males. Por ejemplo, tengo una amiga que de tan buena tan buena que era al final explotó, y tuvo que ir a un médico que le dio unas pastillas muy feas que le han convertido en muy mala muy mala. Y yo me pregunto: ¿hace falta llegar a ese extremo? ¿porqué no se le permitió a mi amiga un cierre temporal por reformas que le dejara huir en su moto, que sé que eso a ella le hubiera gustado, y reformar un poco de tanta bondad para hacerse medio mala solamente? con eso hubiera bastado, yo lo sé. A mí me gustaría también de vez en cuando cerrar por reformas mi vida y convertirme en una vagabunda coleccionista de palabras en la montaña que es lo que me va, eso sí, me largaría con mis zapatillas verdes con letras rojas puestas, y también me acordaría de vosotras. Éste mi blog, poniendo otro ejemplo, puede cerrar por reformas el día que no se me ocurran más chorradas que aporrear, y, con el cartel colgado a su debido tiempo, nadie podría acusarme de abandono de blog. Así sucesivamente. Cierres temporales por el morro, con la persiana bajada y los escaparates sucios y con hojas secas por los suelos, que queda más auténtico.

domingo, 11 de febrero de 2007

De tontos

Mi ciudad es un tablero de juego que ilumina algunas casillas al caer la noche.

Mi ciudad de noche es otra que mi ciudad de día. Se encienden los comercios saliendo de su anonimato diurno. Las esquinas dan al frío nocturno un calor generoso con abrazos eléctricos amarillos. Coinciden mis pasos con los de gente que camina deprisa con ropas caras, y caras de prisas. Un escaparate bonito, voces, pasos, brillos, zancada, una galería de arte de puertas grandes y alfombra interminable y dos hombres solos al fondo, y sentados en butacas sin hablar. Los cuadros son bonitos, su apatía no. Los barrenderos faenan ajenos a la vida que pasa rozando sus mejillas. Se abstraen del mundo y consiguen desaparecer bajo sus enormes trajes naranjas. Me dan envidia. A veces noto que me mira la gente y me da rabia. Pienso que me pondría un traje naranja para pasar desapercibida. También que quizá hoy haga una cara rara. O pienso que soy yo que los miro. No sé. Un tipo con un pelo muy afro y gafas y cara de profesor chiflado pasa por mi lado y me consuela mirarlo. Éste está peor. Consuelo de tontos.

viernes, 9 de febrero de 2007

Y cae un poeta

de bruces
con toda su poesía a cuestas,
y alborotan perdidas en callejuelas palabras bellas
esperando para levantar de la tierra
hojas llenas de poemas sin terminar.

Y cae el ánimo del poeta al sentir perder su poesía
y busca en la saliva de cada letra
de cada trazo
de cada línea
ungüento para su herida nueva.

Cae,
cae
cae y parece que no pesa
el poeta vacío de poesía.

miércoles, 7 de febrero de 2007

Solo (relato)

Camina por las grandes avenidas desiertas buscando algo. Son las seis de la mañana, hora mágica en la que la luz no crea sombras. Es un hombre que busca algo por las papeleras de una ciudad todavía dormida.

Se ha levantado a las cinco y media, y tras colocar en la mesilla de noche, en un nuevo orden de un nuevo día, sus figuritas de perros de porcelana unidos por un cordel, levanta su enorme cuerpo para vestirse y salir. Los perrillos, colocados uno al lado del otro, muestran con vergüenza su descascarillado calzado.

Se pone una camiseta gris raída de puro sucio que ciñe sin piedad los pliegues de su desmesurada barriga. Tres botones abiertos dejan adivinar un pecho imberbe. Los pantalones caídos se fruncen con un cinturón de esparto del color del chocolate. Unas sandalias de piel amplias recogen sus pies blancos, blandos y blancos pies y llenos de venas de niño, que contrastan su color con el de las uñas irreconocibles y oscuras.

Una vez vestido entra en la minúscula cocina que parece estar hecha para sólo albergarle a él, y rebusca entre briks vacíos y posos su taza de loza blanca, blanca con una inscripción dorada que apenas se puede leer. La llena de leche y de un sorbo descuidado vacía la taza, relamiendo mientras se va las gotas que todavía penden de su bigote.

Son las seis de la mañana de un domingo de enero, y un hombre sin sombra camina por las avenidas todavía dormidas buscando algo.

lunes, 5 de febrero de 2007

Carta

Amigo, si un soñador pretende separar crear de vivir, muere. Muere en vida.

Quizá tu empuje creador llegue a una edad tardía, no importa, como bien sabes la creación es extraña e ilógica. Quizá asomó el impulso en la infancia y fue ahogado por la razón; seguramente siempre estuvo ahí, pero quedó dormido, sólo despertando para arrancarnos del corazón dolorosas confesiones que saliendo aliviaban el alma. Púas de sentimiento clavadas.

Entonces te das cuenta de que no eres normal, aunque te esfuerces por parecerlo. Miras raro, no entiendes muchas cosas, planeas por el tiempo, sufres por las noches, sueñas por el día, ayer eras otro distinto al de hoy, te preguntas todo, quieres hablar.... Pero llega de nuevo el miedo disfraz de palabras, el miedo a decir lo que todos sabemos, el miedo guardián de lo más profundo. Te puedes encerrar un tiempo...

Alimentado de palabras calladas va creciendo el impulso creador hasta hacerse tan grande que no cabe en el pecho. Es ahí cuando te ahogas. Desde dentro. Es entonces cuando lo ves claro: si pretendo separar crear de vivir muero.

No lo separemos pues, vivamos creando cada uno de nuestros pasos. Es la única manera para nosotros que hay de aliviar la vida.

sábado, 3 de febrero de 2007

Poética caída

El resuello llama a la puerta de tu vida y suspira cansado de ofrecerte sus manos. Te tumbas boca arriba, y roza un caballo con antorchas las paredes de tu cama y te olvidas, y flotas rompiendo a conciencia los trozos de vida que no te gustaron y los apartas lentamente, dejando libre en el pecho un hueco de nieve que corta la sangre. Sangre caliente que derrama las gotas y no llega al hueco que dejó la herida. Herida de nieve.

viernes, 2 de febrero de 2007

Mi eucalipto (menos una persona)

En esta fotografía falta una persona.
Una tarde de verano, paseando por mi universo real y noreal vi esta misma imagen que hoy os muestro, la misma más una persona. Una mujer muy mayor, vestida de oscuro, se encontraba sola sentada en la esquina última de la acera, allí donde el tronco del árbol termina, mirando hacia el frente. Sólo hacia eso, mirar hacia el frente, navegaba por encima de las nubes. Era delgada, alta, y su espalda estaba algo encorvada. Me quedé observándola de lejos. Parecía yo de mayor. Esa forma de mirar a ninguna parte, esa forma de abstraerse de la realidad hasta casi convertirse en nada, esa forma de desaparecer dejando un cuerpo en algún lugar, me resultaba demasiado familiar. Tanto que adiviné que no miraba nada más que a sus sueños, silueta mágica viajando inmóvil debajo de mi eucalipto. Quedé observándola desde donde días después tomé la foto, y me dio la sensación de estar asomada a un túnel del tiempo en el que me reflejaba. Tan solitaria, tan encorvada, tan soñadora, tan transparente pero tan visible al mismo tiempo.

De pronto algo hizo que la mujer volviera, un ruido quizá, una idea, la sacó de su mundo y como sobresaltada miró a su alrededor, con ojos de náufraga que amanece. Vuelta al mundo real al salir de la burbuja, vuelta de un viaje más a todas y a ninguna parte. Miró su reloj con calma, volvió a buscar su nube apenas unos segundos, y se levantó. Estiró su espalda, y un escalofrío me recorrió el cuerpo al verla levantar con ese ademán despistado, algo torpe, y familiar. Creo que el tiempo me regaló ese día un trocito de mí de vieja.

jueves, 1 de febrero de 2007

De vez en vez

De vez en vez un hombre
se enamora,
toma las alas del placer
olvida su propio nombre y da voz a un sueño.

De vez en vez un hombre
camina,
tenso el hilo de colgar paciencias,
y con miedo a resbalar
sostiene la mirada de ella.

De vez en vez la vida enseña
al hombre
que se enamora
que camina
que resbala,
que se puede volver a nacer
que quizá la caída dé sentido a su inconsciencia.