miércoles, 30 de mayo de 2007

Recogiendo sueños

Andan desperdigados…

montañas de sueños esparcidas por los pasillos.

Colores viejos

manchas de lejía raídas en tela y

ropas viejas con ayuda de bastón…

Ando recogiendo los suelos

y oliendo sueños

y soportando el hedor marchito

y los extiendo

y los miro…

quizá no sea más tarea que la de un alquimista.

lunes, 28 de mayo de 2007

Es locura

Es locura altruista
la que desnuda los huesos
en letras
tras los telones de una intimidad
a manos y a oscuras...

Es locura infinita
la que erosiona
nuevas piedras abriendo un camino
atrincherado tras la travesura
del atrevimiento,
tras la forma caprichosa
de una flor violeta oliendo
entre las páginas de un libro...

jueves, 24 de mayo de 2007

Y...

Y abandonamos el olor a patata hervida
y nos permitimos marchar
sueltos y pequeños y
libres
sin más ataduras que unos simples gestos
cómplices que señalan camino.

Y abandonamos el mullido colchón
que un día evaporó los instintos
y nos dejamos
castigar por el ansia
de una cama llena de arrebatos,
de cenizas removidas
que soplamos
y brillan calentando los huesos
que parecían dormidos...

viernes, 18 de mayo de 2007

La leyenda del niño chico

El niño chico nació grande y cubierto de pelo. El niño chico pasó las tres primeras semanas de su vida llorando de pura pena que le daba abandonar su casa materna.

El niño chico, pasadas esas tres primeras semanas, paró de llorar, y comenzó a beber leche dulce y a dejarse besar.

El niño chico creció, y a los dos años realizó sus primeros dibujos. Pintaba círculos huecos que después rellenaba con primoroso cuidado de un mismo color. El niño chico demostró ser aplicado desde esa edad de dos años.

El niño chico tenía tres hermanas mayores y un hermano pequeño, y se entendía bien con ellos, y le gustaba observar sus movimientos, y sus reacciones. Y le molestaba cuando alguno gritaba o lanzaba cosas al suelo, el desorden le dolía en los oídos.

A los cuatro años el niño chico ya sabía escribir y casi leer.

A los siete comunicó a su papá y a su mamá que de mayor iba a ser crítico literario, sólo le entendió el abuelo, que los escuchó de lejos, y es que en la casa del niño chico también vivía su abuelo.

El cuerpo del niño chico cambió y se enamoró por primera vez. Ya entonces sintió que algo en el pecho se le estaba viniendo abajo… era su corazón, el corazón del niño chico que casi se le salió la primera vez que conoció el amor.

El orden del niño chico devino en desorden y arbitrariedad a la edad de catorce años. Entonces, hasta los propios hermanos, consideraron a niño chico como a un extraño. El abuelo sí lo comprendió, y es que el niño chico estaba creciendo.

Pasaron los meses, el niño chico definió su propio carácter, tranquilo, pero cuando se le acumulaban sensaciones notaba algo muy fuerte en el pecho que le hacía marear. Por eso la madre resolvió llevarlo al médico.

Tiene dos corazones su hijo, señora, las radiografías así lo confirman. Cuídese de que este niño ande siempre bien querido, pues si sufre lo hará doble.

Y así se hizo.

Y en la casa se decidió cuidar al niño chico como a un noble, y él quedó allí instalado, paseando sus dos corazones hinchados de bienes por los pasillos.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Despertando la mirada

Mirada de hombre y de niño
que deja dormir su paciencia
en la cuna de un calor caduco
rehogado en suspiros.

Castigando su silencio
lanza su voluntad al río
y ciego se deja llevar
por los brazos atolondrados
de madera y cielo y agua.

Toma la mano amada
y la mide
en un gesto de casta ternura,
y engendra sobre ella
las ilusiones
que son perlas de mirada,

perlas bañadas en hombre
perlas bañadas en niño.

lunes, 14 de mayo de 2007

Y me regalas a tu sombra

Pequeña ingenua,

hija de la savia

fruto de las calles sucias y del carbón,

ignorante de su labor de costura

sigue tu aura y se esconde

cuando el sol transforma el dolor

y aclama mis besos.

Y me la regalas,

y me regalas a tu sombra bajo el cielo tendida

para sentirte completo,

cuerpo y sombra y caricia,

beso
beso.

jueves, 10 de mayo de 2007

Y no te sacia...

Bebedor de mis palabras...

y no te sacia mi letra

la sed de mis entrañas.

Y no te sacian mis besos versos escritos

el deseo palpitante de mi boca.

Y no te sacian

no te sacian mis caricias enviadas

el trotar del murmullo de mi piel

sobre tu alma.

miércoles, 9 de mayo de 2007

No doy crédito

Esta mañana me he dormido.

Como estaba contenta pisé tranquilamente acelerador de la vida y salí de casa "casi" a la hora deseada.

Esperando con el coche en el semáforo, bajo la ventanilla, y canto mi música, así, a mi manera. Respiro, hace un bonito día. Observo a la gente que conduce a mi alrededor. Personas solas, o acompañadas. Calladas. Una chica se retoca los labios. Un hombre serio mira hacia el frente, parece un muñeco. Siempre me pregunto por sus historias.

Me llama la atención la cara de una señora que conduce un monovolumen delante de mí. La veo por su retrovisor, con su pelo de rulos teñidos de rubio, con su cara redonda y mayor, con su blusa de flores. Me hace gracia, no sé exactamente porqué, pero me hace gracia. En una travesía de la avenida pongo el intermitente a la izquierda. Ahí los coches también están parados. Para no formar tapón amago por un lado y cuelo mini-pikantus en un hueco.

De pronto....., de pronto un pitido insultantemente dirigido hacia mí hace que se me espanten de la cabeza todas las perezas. Como un árbol lleno de pajarillos recién sacudido. Escucho:

Piiiiiiiiiiiiii, piiiiiiii....

- "Gilipollaaaaaasssss".....

Dios, es a mí, alguien me está aberrando desde otro coche..., no doy crédito. No- doy -crédito. Grita y pita sin parar.... Miro, busco... y ahí la encuentro. La señora del monovolumen me está gritando desde su coche... -

- "Gilipollaaaaasssss, no te cueleeeeeeesssss...."

Y yo, ay madre, nadie me había gritado nunca gilipollas por la calle, y menos a esas horas, y una señora con esos rulos y esas gafas, y esa edad, y esa cara... Sin perder la compostura y la sonrisa, que ya se me estaba lacerando por dentro, le digo:

- "Señora... tranqui, tranqui, que me he puesto para no taponar avenida. No tengo ningún interés en colarme a su culo grasiento... Pase pase... gorda" (lo de culo y gorda entredientes).

Y ella a su puta bola:

- "Gilipollaaaaaassss, a la colaaaaa....aghhhh......ufff.....heinnnnnnn....

Yo ya no entendía nada...

Pienso: ¿Me convierto en una macarra, salgo de pikantus y me encaro a ella? se está pasando cuatro pueblos y me lo está poniendo a huevos.... Pero no, soy de naturaleza pacifista y ella es una mole a considerar.

Sigue increpando. Y sigue y sigue en el interminable semáforo en rojo. Subo mi música y mi ventanilla. Cómete el asfalto, absurda!, ganas de ponerme de mala leche.

domingo, 6 de mayo de 2007

Silencio

Y envuelta en este silencio
me golpean en la cabeza
palabras llenas de ti,

palabras que se empujan
atropelladas
porque quieren abrazarte
primero.

Y tu manto cálido
vuelve a arropar mi calma
mi lucha
mi discusión rebelde y serena,
mi contradicción.

Y vuelve tu palabra
pero esta vez con tu mirada
con tu piel
con tus labios
con tus labios

vuelve

y añoro abrazarte otra vez...

jueves, 3 de mayo de 2007

Algo sobre Loredhi

Loredhi es morena.

Loredhi no es ni fea ni guapa, Loredhi es normal.

Loredhi no es ni gorda ni delgada, Loredhi es algo parecido a una flaca con carne.

Loredhi está sana como una manzana, aunque no se preocupa de deportes y dietas. Loredhi pasa de todo eso, le da como pereza.

Loredhi parece buena, pero a veces tiene muy mala leche. Y casi siempre se le nota, aunque intenta no usarla demasiado. La leche. Y si lo hace, le pone chocolate.

Desde hace pocos días a Loredhi parece que le han crecido dos alas en la espalda, no por santa sino más bien por ligera.

Anoche, al acostarse, Loredhi tuvo la vaga sensación de haber llegado ya a la cumbre de una montaña. Al mirar hacia abajo tuvo vértigo, pero le alegró mucho más el sentir que al fin podía respirar.

A Loredhi le gusta mucho estar sola, desde pequeña, y si la cabeza se pudiera comer, Loredhi sería una mujer descabezada.

Cuando Loredhi se acompaña siempre lo hace de personas con corazón de patata, nunca de personas con cara de rata. Salvo lo inevitable. Y por el tiempo justo. Sino se pone casi enferma. Le gusta pensar cosas raras cuando alguien que no le gusta le habla. A ver si lo ahuyenta.

Loredhi no es nada moderna, Loredhi se limita a vivir en su mundo y a mirar sonriendo o frunciendo el ceño lo que pasa a su alrededor. Según.

Loredhi disfruta pescando en su río temas sin pies ni cabeza. Siempre sueña. Por norma despierta.

Loredhi no entiende de trámites, de papeleos, de cuentas, de listas cerradas, Loredhi sólo entiende, más o menos pasable, de personas. Es verdadera experta en nada.

Loredhi no le da importancia a muchas cosas. Cuatro, cinco quizá, de lo demás ni se entera. Medio sorda medio ciega, Loredhi es una despistada eterna.

Loredhi hoy se siente libre.

Hoy también se siente cansada,

quizá porque al fin esté ganando una especie de batalla contra el sistema.

Loredhi empieza a partir de ya

la bajada

a su playa

de arena.

martes, 1 de mayo de 2007

K os

Silencios
Palabras atropelladas
Papeles
Relojes
Pantallas
Palabras
Respiro
Bebo agua
Pienso
Sonrisas
Tristezas
Ilusión
Miedo
Fantasmas
colores
Lucha
Sabor a limón
Café
Azucar
Hoja de menta
Silencio
Ruidos
corazón
Palabras calladas.