A S.V. por su poema que me inspiró
Si volviésemos a ver la vida desde abajo,
a consolarnos con una caricia mansa,
a acunarnos en el latido del corazón,
a llorar por las cosas limpias…
Si volviésemos a sentir cada día que pasa como único,
a creer en nuestros mayores,
a poner un nombre a cada momento…
Si volviésemos a hacer el lazo de los zapatos
con manos menudas,
a mirar por la ventana,
a querer volar…
Si volviésemos a besarnos a escondidas,
besos torpes a bocados en un patio,
a compartir un cigarro,
a no saber disimular las caras rojas…
Si volviésemos a escribir cartas a pedazos,
a esperar una llamada,
a construir con risas locas y lágrimas saladas
una vida larga…
Si volviésemos de nuevo a las páginas usadas
de aquel libro amarillo,
a enamorarnos de una palabra
ojos principiantes del soñar,
a guardar en una caja secretos doblados…
Si volviésemos a dejar fluir el sentimiento,
a intercambiar ropas usadas,
a mirarnos y no mirarnos en los espejos de agua,
a esa inseguridad compartida, amiga…
Si volviésemos a pensar,
un poco más, amiga mía...
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2 comentarios:
Has conseguido hacerme brillar un poco los ojos..., y te aseguro que no es tan fácil. (Yo también tuve un libro amarillo):
Libro amarillo de páginas gruesas
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