Claraboya vigila con sus gafas a un canino
anestesiado por el sol,
primer piso y la cortina de la ventana de Claraboya
sacude imágenes
de manteles y de piernas y de sangres en las duchas.
Claraboya se levanta primer piso
de la mesa con las migas en la boca,
pastillero que camina
dos tenazas se le ocurre una locura.
Claraboya muerde pieles que le sobran de una mano,
y de mentiras se muere,
y de mentiras resucita,
y se manda a la mierda otra vez
a otra cosa mariposa esto aburre.
Claraboya mete la armadura
primer piso en lavadora,
late el suelo y son dos chicles
restringida la dieta carnívora del aspirador.
Muñones en las cuerdas saludan primer piso
y esos brazos son roídos por las ratas,
y sobre la cómoda,
unas lentes radiofónicas trituran la medalla de bronce
a mejor corte de pastel,
felicidades Claraboya,
falta el gato que murió hace demasiado.
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