De la infancia solo sé de un pájaro herido,
de costillas temblorosas golpeando las falanges de una niña,
de la infancia es una boca abierta
una bofetada en el envés del alma,
un camino sin relieve sobre las mazmorras del hígado.
De la infancia es un collage de revistas en las transfusiones de una virgen,
los colores malva y miedo en el pasillo,
los secretos encogidos en las noches de los puños
y es el grueso de una manta lo que calla la cisterna,
de la infancia son los ojos paseando las narices
de un adulto gélido a la llama del colchón que mortifica.
De la infancia no sé más que verde hierba en las nalgas del sol,
puzzles desmontados y una mantis en la rama de mentiras de pinocho,
es de infancia la matriz de un bocadillo pariendo en plata y sed las dos caras de la luna…
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