jueves, 22 de mayo de 2008

Suelo

Loredhi camina mirando hacia el suelo. Loredhi cuenta las veces que las puntas de sus botas se adelantan alternando un pie y luego el otro, una punta de bota negra derecha gastada, una punta de bota negra izquierda gastada.... Y cuenta las veces que el ruido de los tacos aprieta la acera. Uno, dos, tres, cuatro, así hasta que se cansa, y es entonces cuando Loredhi recuerda una de sus tantas obsesiones al caminar, porque Loredhi es obsesiva aunque no lo parezca, porque lo es de cosas que van por dentro, o que no se ven, o que no se dicen. Loredhi recuerda, mirando adelantarse las puntas de las botas alternas, cómo odiaba pisar el rojo de las baldosas de su calle, y cómo saltaba del blanco al blanco del paso de cebra que le cruzaba al otro lado de un océano de lava. Porque era lava, aunque los demás no lo supieran.

Ahora todo eso a Loredhi le da igual. Y no sabe si le molesta o no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que suertaza la tuya yo tropiezo con mis propios pies.... auna noche perdí el tacon de mi bota, otra rebalé por la baldosa roja y hoy sigo saltando....me gusta caminar....hoy correré como siempre llego algo tarde....besetes

Anónimo dijo...

cierto es lava....que calor, que color.xulisim
no te da vueltas el suelo porque yo estoy parada, mejor dicho atascada com sempre.besetets