lunes, 30 de mayo de 2011
Route
Lo que más le avergüenza es subir al autobús con prisas, malditas prisas que le aceleran el corazón tom tom tom... subir los dos escalones casi jadeando y después una hora para encontrar el bono y después esa incertidumbre de no saber si quedan viajes. El uniforme verde oscuro tiene un algo de pijama de hospital que le repatea y le hace odiarlo un poco más. Otras veces lo lleva divertida y es una guerrera de camuflaje que puede con todo, esos días al subir corriendo al autobús jadea menos. El trayecto se divide en dos, un barrio apenas con movimiento y el mismo centro de la ciudad. Baja en la parada siempre de antes del quiosco y entonces eso sí, pisa segura y con la prisa más controlada. Ocho meses en la cafetería y ya se ha acostumbrado a los olores diurnos, Cruzar en medio de aquella polvareda casi sin respirar, hasta las obras forman parte de la naúsea. Fijar los pies delante de la puerta automática, sonreir disimuladamente y entrar. Un delantal negro atado a la cintura, los bolsillos y las yemas de los dedos que se tocan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario