domingo, 30 de noviembre de 2008

Introspección de hambruna

Desde la madurez del paupérrimo sol, se incuba la sed entre los senos, el pensamiento del que lejano muerde el aire, del que con la fila primera de dientes arranca el tumor benigno que estalla en el cuerpo; tórax lleno de suspiro y sangre, marea que lleva el barco de derecha a izquierda, de izquierda a derecha de cada pecho, que busca a tientas el dial de un pálpito, ahogando con la almohada de matar su gemido.

Correa de plumas colgando abanicos sortean las flechas del cálculo.

Desde la invencible madurez de la ignorancia, se incuba la sed de lenguas, el deseo de un puño que se cierra en la cintura, las teclas de un piano de carne y hueso salpicando la geografía de pecas.

Desde el hambre, desde la invalidez del ansia, desde el vértice del edificio se extraña el final de unas extremidades marcadas por la dentadura de un caníbal…

Caen soldados todas las noches,
caen soldados todas las noches
y trituran con sus nalgas las fosas sin archivos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿ Hay alguien que le encuentre una lógica, un sentido a este texto ?

¿ Pueden darme una pista?

Gracias

Loredhi dijo...

Es muy sencillo: alguien tiene un hambre que se mira hacia dentro y encuentra un hueco muy raro muy raro, y entonces pues lo describe.

Anónimo dijo...

lógica? sentido? texto?
Gracias?

Anónimo dijo...

La falta de imaginación y profundidad sitúa al hombre de frases simples, saturado de lo mismo, de la mediocridad que lo habita.

Respecto del poema…buen ritmo, gran potencialidad de imágenes y metáforas, tiene mucha fuerza de principio a fin.
Gran texto Loredhi.