jueves, 19 de abril de 2007

Aquellos solidarios años

Hoy he visto a una antigua compañera de colegio, se llamaba Natalia Zanón y era una niña delgadita y rubita, con el pelo así rizado, que sacaba muy buenas notas. Y le gustaba mucho el deporte. No me caía ni mal ni bien. Hoy estaba igual que la Zanón niña, pero más vieja. Un tanto demacrada pero queriendo hacerse la jovial.

Mi amiga Sonia siempre me cuenta que se ve a niñas del colegio por las calles. Yo vivo en la misma ciudad y me encuentro a razón de una niña-envejecida cada seis años, tirando por lo alto. Y yo le digo, jo, Sonia, ¿cómo lo haces?, no es que dé envidia es que sencillamente no lo entiendo.

Me acuerdo que había una niña Begoña, y no recuerdo el apellido, que tenía la cara aplastada y era muy bajita, y yo le tomé manía por eso, y desde entonces no me gusta el nombre de Begoña. Fue por culpa de esa niña lo de mi manía al nombre.

Había otra que se llamaba Beatriz Doménech. Era muy alta y llevaba aparato de dientes, lo que le afeaba la sonrisa. Era muy morena de piel y tenía siempre sombra de bigote, y le teníamos manía sólo por eso, y también porque era repetidora, y también porque le había bajado la regla en un tiempo en el que a nosotras nos daba asco. Le gustaba mucho Julio Iglesias, creo que fue su fan más joven, fan desde los nueve años. Y a nosotras nos sorprendía que estuviera tan enamorada de alguien de la edad de nuestros padres. Por eso también le teníamos manía. Creo. Por lo de Julio Iglesias. Aunque todavía me acuerdo de una carpeta forrada de sus fotos. Maldita Beatriz Doménech, aprovecho para decirte que cada vez que he visto a Julio Iglesias en todos estos años me he acordado de ti.

Luego estaba María Ferrandis Mora que era una niña muy silenciosa que iba siempre o casi siempre delante de mí en las listas. Sacaba notas medias bien. Apenas hablábamos. No me caía bien, pero tampoco mal del todo. Me daba bastante igual todo lo que aconteciera en su vida en general, aunque me daba rabia que al leer las notas en alto siempre iba ella primero y siempre las sacaba mejores que yo. Pero no me metía con ella, hasta una vez le tuve que consolar por UN suspenso, al tiempo que pensaba mal rayo le partiera, por llorica. Pero lo pensé sin decirlo. Teníamos una relación de respeto, imagino.

Mónica Martínez Mut sí que fue una buena amiga. La verdad es que dudo que haya niñas tan buenas como era ella. Era muy simpática, y sacaba notas normales como yo. Y nos gustaba hacer teatro y ponernos pelucas y reírnos de tonterías. También escribíamos poesías idiotas a las profesoras, y nos moríamos de la risa de solo leerlas. Se fue pronto del colegio porque sus padres se separaron, y a mí me dio mucha pena, que se fuera del colegio, no que se separaran sus padres, porque a su padre casi no lo conocía.

Luego había una que sí que era la clásica marginada. No me acuerdo de su nombre. Un día trajo un bocadillo de mejillones para almorzar, y nos burlamos de ella. La pobre no creo que almorzara esa mañana, a mí me daba pena pero no tenía agallas para enfrentarme al resto. Al poco tiempo mi querida mamá me preparó el primer bocadillo de mejillones de su vida…. Obviamente, al destaparlo en el descanso, además de casi darme un ataque al corazón y mirar hacia ambos lados para asegurarme que nadie lo había olido o visto, me apresuré a una papelera lejana, y hurgué hasta el fondo para depositar allí el bocadillo sin tocar… Ese día no almorcé.

¿Qué pasa?

Solidaria que era una.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso, pero mientras iba leyendo sentía cómo te ibas convirtiendo lentamente en una nena. Que el final parece escrito por una nena.
Eso me gusta! Sacá a tu nena, sí! Que los nenes ya se sabe, son muy sabios y felices! Y jugamos, vos nena y yo nena! Sospecho que unos cuantos más querrán jugar también, je.

Besos.

Eva Gaos dijo...

Momento bocata de mejillones, dificilmente duperable.
Yo no encuentro niños de mi cole, será porque cambié de ciudad y me permití el lujo de dejarlos en un jardín del alma siempre niños, nunca los podré saludar, pero los dejaré en su condición de niños para siempre, así puedo volverme pequeña y volver a jugar con ellos cada dia si me place.
Eso sí, hace más de un año que sueño a menudo con un chico del instituto, el pobre andaba hormonado, qué digo era una hormona con patas y nosotros tambien solidarios le llamabamos " el güanderful" pedazo de cabrones; jamás imaginé que 20 años despues, en vez de soñar con tios de 25, con chocolatina en la barriga, me veria soñando con él.
Ojala me lo encuentre, para mirarle a los ojos, cosa que no me molesté en hacer nunca(las pijas no nos permitiamos esos lujos) y ponerle mirada al sueño, seguro que merece la pena.

Stacy Malibú dijo...

Momentazo recreo en el blog!!! Que bueeeeno!!

Me alegro de que no fueramos al mismo cole. Yo era de las "matonas" del cole, y la verdad es que ahora me da mucha verguenza cruzarme con mis excompañeras de clase. Pero, que le vamos a hacer...la mayoria de ellas se lo merecian. Por ñoñas.

D A V I D dijo...

Yo también era bastante cabroncete, aunque también sufrí acoso de Fernando: gran hijoputaloco que me daba literalmente de ostias en 1º de EGB hasta 3º más o menos. Su familia era bastante normal lo cual me asombraba. Le perdí la pista hasta que con 16-17 años lo volví a encontrar una noche y... glup!... seguía igual de loco, sólo que en este caso no paró de darme la vara con que si alguien se metía conmigo lo mataba!!! Misterios de remordimientos supongo.

De Mónica Martínez Mut me acuerdo y de su hermano que era de mi edad, ¿cómo se llamaba? ¿Rafa? ¿David también?... Me acuerdo que fueron a vivir a la parte de la Malvarrosa más alejada y una vez fuimos a verlos. Creo que el hermano de Mónica padecía algún tipo de retraso, pero más bien parecía como un retraso de tristeza, tenía juguetes de la guerra de las galaxias y muchos otrso que yo jamás tuve, pero estaba como triste, reía raro, un niño... que pena, es uno de los recuerdos tristes y grises que tengo de la niñez. Jamás volvimos.


Besos

Loredhi dijo...

mari,

Agradable volver a olerte, sabia.

Escribió casi todo mi nena. Y le gustó bastante. Me ha dicho que volverá más a menudo a contar.

evita,

Momento bocata de mejillones quedó casi tipo trauma en mi ser. Te diré. Para acordarme yo, con la mala memoria que tengo. Ahora mismo si volviese al colegio te encontraría papelera y bocadillo.

Lo de cambiar de ciudad no implica que no te encuentres a gente. Si Sonia se muda de país seguro que se seguiría encontrando más niñas que tú y que yo juntas.

Lo del pobre güanderful no he entendido nada. ¿Pero al final era feo o era guapo?.

Stacy,

Yo también me alegro de que no fuésemos al mismo colegio. Lo de ñoñas te ha quedado corto. Y lo sabes.

Luego me he seguido acordando de la de los zapatos ortopédicos que daba patadas en la espinilla cuando jugábamos al fútbol, de la de la cola de caballo que se pelaba la gimnasia...ejem..., de la que siempre olía a rancio, de la gigante y sudorosa y que encima sacaba malas notas...

David,

Jo, para uno que te hizo la puñeta, anda que tú no eras mafietas, chaval.

Con tu sonrisa labio fino, siempre ideando nuevas maldades.

Si yo creo que parte de mi espíritu borde lo he heredado directamente de ti. Anda que no nos gustaba meternos con las caras de la gente y sacar parecidos de risa y después poner los motes. Por ejemplo, a la familia caracerditos.

Eva Gaos dijo...

Pues lo cierto que era feo de cojones, pero vamos que ni me molesté en ver más enllás.

Loredhi dijo...

Si era feo de cojones, está todo dicho.

Anónimo dijo...

falta añadir....BOCATA DE MEJILLONES!!!!!ESTO CREA PALOMILEYENDA.
no seremos bruji pero igual al vapor.....
vas a seguir viendo gente mucho tiempo solo tienes que abrir los ojillos yo recuerdo nombre y apellidos ( solo de algunos) y tambien fui al cole en otra ciudad, cercana por lo que tambien he encontrado caras amigas de muy pequeña. el ser grande te da pie, mi hermana mayor pequeñita... asi que dos pueden mas, matona sin pegar y contra dos se meten menos es lo que hace llevarse pocos años
luego cambió es lo que pasa al ser madre asi que no pasa nada enlazamos con la pequeña....es lo bueno que tiene ser muchos,por lo que tenemos friends pa todos los gustos y edades, sigo sin notar el cambio de calcetines a medias como mi hermana. será porque sigo llevando calcetines????
huella de heredio iserte vilar guapisimo con siete años.jugabamos al escondite por parejas no lo he vuelto a ver, pero a delfín si sigue igual de guapo que hace 27 años le cambió la voz aunque a mi me gustaba mas antes me salto unos cuantos nunca me metí en especial con nadie pero si recuerdo a esos personajillos especiales pero creo que eran ellos los que se separaban .luego vuelvo mejillon pd. a la meris le vuelve loquita el bocata de mejillon de lata rojitos

D A V I D dijo...

Pues a mí el bocata de mejillones en escabeche me gustaba y era la envidia de muchos compañeros.

Otro gran clásico, bocata de plátano. Un poco seco, pero cuando le pillas el tranquillo, muy bueno.

Mantequilla con Nesqüik!

Lo que nunca pude soportar, ni gastronómica ni socialmente, fué el bocata de membrillo; !!cuantos bocatas de membrillo fueron a la papelera!! aunque ahora le guardo un gran cariño y de vez en cuando lo como, pero al plato.

Siempre me pregunté porque mi madre no me ponía bocatas standar como el de mortadela con olivas de Jose Ramón... siempre mortadela con olivas... siempre!!! Le envidiaba. Creo que mucho más tarde compre una vez y nunca más... Sabia Teresini.

Sra. Bruji, ¿desde cuando practica la escritura automática?

H. dijo...

Yo no me acuerdo de ninguna de todas esas niñas, ni de natalia, ni de begoña, ni de mónica, seguramente será porque todavía no había llegado a tu colegio, aunque tampoco me extrañaría que ya estuviera allí y tampoco las recordara, ya sabes soy "unpoquitodespistada", por no decir que vivo en mi mundo (como me dice siempre mi madre y al final me va a tocar creerla).
De mi primer colegio recuerdo a Eva Moret mi mejor amiga, que guardabamos lo blanco de las naranjas para darselas a su periquito, y de algunos chicos como Beltrán, Chimorro (umm menudo morenazo) o Alejandro, que eran los que me gustaban, de chicas ninguna más.
Del segundo colegio recuerdo a Esperanza, nunca la he vuelto a ver, otra de mis mejores amigas, regordeta y con un montón de complejos, pero guapísima por dentro y por fuera.
Y luego llegué a escolapias y como dos imanes, pum!! contra lore, y claro hasta ahora, los mismos despistes, las mismas notas, las mismas risas, el mismo mundo en las nubes, y a partir de ahi, pues hablaríamos de la profe de latín, con su diente torcido, sus labios finos y morados y su manía de escupir al hablar, se ponía a preguntar una a una y cuando llegaba a nosotras, anda!, nos saltaba, jajaja, claro de todas formas no nos entarabamos de nada y no ibamos a contestar, hablaríamos de luci bori, de las peladas de gimnasia, de haber quien suspendía más (me acuerdo , de bocatas de nocilla preparados por Encarna, de Domenech, pero era Inma no?.
Y luego Santo Tomás y luego la Facultad, y claro ahi hay tanto y tanto y tanto para recordar y tantos para nombrar, que aquí no me caben, pero no se me olvidarán nunca.

Me voy a comer guapa, disfruta el finde, que estamos a viernes.

Te quiero milore.

. dijo...

Sra. Loredhi;

Yo sí que me alegro mejillonamente de no haber estado en su colegio. Señora, ¡¡vaya forma tiene Usted de despellejar a sus ex-compañeras!!. Sólo la tal Mónica se salva de la quema... y me temo que por bien poco.

Yo no me acuerdo un carajo de mis compañeros de colegio. Sólo me acuerdo de María del Pilar, de quien estaba enamorado, y del hijoputa de Pedro Expósito, que me la levantó a Pilar. También me acuerdo de Carmen Gloria porque un día me dejó tocarle una teta. Por último, me acuerdo de Olegario porque entre los dos escribíamos poemas guarros y pintábamos cerdadas en el libro de religión. No recuerdo a nadie más.

Si hoy en día me cruzo con alguien del colegio no lo reconocería. Y si lo reconozco me hago el sueco.

Sr. d a v i d, el secreto del bocata plátano es ponerle abundante mantequilla o algo de aceite de oliva al pan y escachar bien el plátano para poder extenderlo mejor.

Joder, qué hambre me ha entrado.

Me voy al bar a pedir un bocadillo de mejiplátano.


Perfectos Saludos.

Eva Gaos dijo...

Sres. Mantel y Del Hierro:

El platano está mucho mejor untado en nocilla.
A Stacy de pequeña le molaba hacerse bocatas de galletas con chorizo; no te piques hermana, que es que si no lo digo reviento!!!!

Stacy Malibú dijo...

Se llama inquietud gastronomica...a parte de esos minisandwichs galleta-rodajachorizo-galleta mi experimentos no han ido mucho mas del platano con chocolate (no nocilla) que por cierto está de muerte. Probare lo del bocata de plátano....tiene buena cara.

D A V I D dijo...

Hermana,

La sra. H desvelando nombres!

Sra. H,

Que alegría encontrarla de nuevo!

Sr. Edmundo,

Con aceite!!! mmm

Sra. Evita, Sra. Stacy,


galleta-rodajachorizo-galleta

D A V I D dijo...

Sra. Mari,

Beso nene

Stacy Malibú dijo...

Yo probaré lo del bocata de plátano, pero usted Sr. del Hierro tiene que probar lo del sandwich de chorizo.

A ser posible galletas maria y chorizo pamplones....mmmmmm

Loredhi dijo...

Ay, esto parece un patio de colegio.

Loredhi dijo...

Bruji,

Entonces tú es que eres tipo Sonia, que te encuentras caras del pasado cada tres por ocho.
Yo lo que pasa es que, como tenía todo hermanos, iba a un cole de chicas sola. Me daba cantidad de rabia por no ir con ellos de pequeña, y de más mayor también me daba rabia pero por otras razones... menudo aburrimiento cole de niñas y monjas.
Yo sigo llevando calcetines también, cuando puedo. Si son infantiles tanto mejor.
¿Con que jugando al escondite por parejas con niño Heredio? igual actualmente hay suerte y se ha cambiado ese nombre.

Hermano,

Si es que bueno está bueno, pero a mí ya se me creo ese trauma y siempre me da reparo un bocata de mejillones. Bocata de plátano no me ha acabado nunca. Y los de membrillo eran patéticos, con el membrillo todo de cortada maxi-gruesa, especialidad mami... Yo creo que no era un bocadillo, era un castigo. Membrillo ni al plato, también tipo trauma. Buen recuerdo del de atún con tomate rayado, de mantequilla con nesquick y de los de queso de Sonia.

Hellen!!!,

Remember hellen!!! No, aquí todavía no se habían cruzado nuestras miradas en aquella inhóspita aula, hellen... (música romántica)

Resalto momento Hellen-Eva Moret-con-lo-blanco-de-las-naranjas-para-dar-al periquito.
A ese tal Chimorro nos lo tienes que presentar. Jo, yo iba a un cole de niñas y bien que me fastidiaba, pero vuestros amigos se gastaban unos nombres que no sé: Heredio, Beltrán y Chimorro. Ya os vale.

Tienes una memoria prodigiosa: profe de latín con diente torcido, y que tiraba crispis al hablar... ¡qué asco! no me acordaba. Cierto que nos ignoraba. Con sus labios moraetes.
luci bori, me parto.

Yo también, mihellen.

Sr. Mantel,

No despellejo, describo. Yo las veía así. Quizá la tal Mónica se salvara porque se fue pronto...

La putada es que le levantara a Usted aquel ligue un niño con un nombre como ese: Pedro Expósito. Eso sí que es mala suerte.

Lo de Carmen Gloria no tiene nombre. Nadie que no fuera un ser llamado Carmen Gloria le hubiera dejado a Usted tocarle UNA teta.

¿Un niño llamado Olegario? no doy crédito. Olegario era el portero de mi finca, que era de Cuenca, y tenía trescientos años. Un niño Olegario perdido en una isla...

Evita, hermano, Stacy,

Plátano con nocilla, cochinada.

Galleta-chorizo-galleta, algo saladulce que no me acaba.

Con aceite, no gracias.

Besos nene, me encantan.

JOHNNY INGLE dijo...

A mí el bocadillo de mejillones me parece razonable.

Yo el bocadillo más guarro-original que recuerdo de mi época de pequeño es el de leche en polvo. O sea, leche en polvo, azúcar y aceite.

Era difícil de comer, porque se escurría la leche en polvo y uno acababa como en un carnaval.

Yo tenía por entonces unos 9 años. Mi hermana mayor mayor, un día que me vio los pantalones manchados de leche en polvo me preguntó:

¿Qué? ¿Te has hecho la paja o qué?

Ella lo dijo porque me creía inocente.

Yo me hice el loco, pero en realidad era un deporte que ya practicaba con habitualidad y plena consciencia.

En mi escuela se acribilló a una chica que se llamaba Victoria. Era nieta de una que llamaban "la barbuda", porque tenía barba completa como un hombre.

Esta chica, Victoria, también salió muy peluda. Cuando llegó a la adolescencia se puso presumida, era grasosa, algo gorda, medio horrible, y muy peluda. Se depilaba de arriba abajo (cara, brazos, todo), se pintarrajeaba y se ponía una ropa escandalosa.

Un día apareció con un suéter naranja y un pantalón verde. y la bautizamos "VICTORIA LA ZANAHORIA".

Y así con ese nombre se quedó.
Dejó de hablarnos a todos.

De adulta se casó con un hombre al que le gustaban las mujeres peludas y tuvieron hijos.

(ella y el marido se afeitaban con la misma cuchilla).

Loredhi dijo...

Sr. Ingle,

¿Qué decirle ante semejante semejante historia de mujer barbuda?

Me recuerda a unas hermanas que vivían en mi edificio, que se llevaban muy poca edad, un año o poco más, y que una era una muñeca talmente y la otra era gorda, grasienta, bigotuda, con granos en la cara, pelo desagradecido y ojos pequeños.... Siempre que las veía pensaba en lo injusta que a veces es la vida. Me daba cantidad de pena. No sé si hoy se afeitará con la maquinilla de su marido o qué.

En cualquier caso, Sr. Ingle, "Victoria Victoria" siempre será un gran tema.

nüSh... dijo...

Los bocadillos marcan la infancia.

A mí me encantaban los de mantequilla con colacao, que también eran bastante churretosos (como los de leche de Johnny) -ja!-

Una amiga de mi hermana se los comía de nocilla con chorizo (o de queso con nocilla). Se ve que la nocilla era barata.

Y un amigo mío intentó batir su propio record de sandwiches engullidos en un cumpleaños. En cada aniversario al que era invitado se superaba a sí mismo. La marca más alta quedó registrada en el de mi mejor amiga (24 sandwiches con 10 años).
Esto casi no tendría mérito de no ser porque el angelito, entre bocadillo y bocadillo, cantaba "yo-voy-a-ser-el-rey-león"

-Yo voy a ser el rey león, y tú lo vas a ver
-Pues sin pelo en ese cabezón un rey no puedes ser.

Fíjese, la victoria de la que habla Johnny bien podría ser reina entonces.

JOHNNY INGLE dijo...

Yo creo que también degusté bocadillos de chorizo de perro (aquí se llaman así, serán la sobrasada en otros lugares) con dulce de membrillo. Era un sabor curioso, interesante.

El otro día comí paté de pato con mermelada y pulpa de tomate y estaba genial

Loredhi dijo...

Srta. Nüsh,

Yo no sé si era barata la nocilla, pero sí sé que mi madre no la compraba. Por eso me encantaban también los bocadillos de mantequilla con nesquick, que hacían las veces de, y también el bocadillo de chocolate negro dolka. Las demás mezclas raras no me gustaban.

A su amiguito sólo puedo decírle ¡qué bárbaro!. Se lo hace llegar si lo ve, que no creo que sea difícil, debido al volumen que habrá alcanzado esa criatura en la actualidad.

Quedaría algo así como "Reina Victoria con pelos hasta en la lengua y naranja mejillón y zanahoria".

Sr. Ingle,

Pero hombre, ¡qué inocente sigue siendo Usted! el chorizo de perro era chorizo de perro autóctono, y la sobrasada es otra cosa.