viernes, 23 de noviembre de 2007

Maestro de caja y cuna

La postura eleva una pose en el comienzo de un discurso
y un deje interrogante enclaustra el miedo entre paredes de piel y ropa. La vulnerabilidad de un hombre en abrigos de letras
arranca en dualidad de conceptos sobre verde pizarra y verde,
sobre el horizonte inconcluso donde termina la enseñanza
y comienza la sed del enseñado.

Llega el final de un asalto a dos voces
el cabeceo de una pluma secando a virutas
un mordisco a la ignorancia,
y el maestro queda solo
en la sacudida al templo de su cauce,
ríos de sillas y sombras
y nombres tendidos en la cuerda de los ecos,
y vuelve el desnudo
a sortear un cigarro en una mano
y en la zurda otro y en la caja
la cuna de un alumno que espera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ya soy alumna pero aun no salí de mi cuna, sigue siendo un placer leerte.un puro de donde???de los de tertulia y saboreo....besets

Loredhi dijo...

bruji,

el puro de la caja,
y es al gusto del consumidor
o
consumidora.