jueves, 28 de diciembre de 2006

Espera

En forma de ramas de olivo apagado me llueven señales,
aun sin quererlas mirar ellas vienen,
detrás de esa cara franca,
tras esa palmada afilada de noche que agota,
la palabra espera.

Como aquella sonrisa breve salida de tu boca,
como tu mirada,
como ese respirar unidos
y amarse calladamente,
la palabra espera.

Y espera palabra pausada a que llegue su momento,
a que pase el torbellino vacío de hueco silencio,
a que la vida aparte a la vida misma
y permita a la palabra verter su fuente de rabia.

Y la palabra me acoge,
me acoge como a una extraña,
y luego se desprende y se aleja dejando
en mi pecho dolor,
dolor y una estela bella.