martes, 9 de enero de 2007

Olores (lejanos)

Olor fresco a las sábanas de la cama de mis padres, a su almohada.
Olor del frío de Serra, olor de la chimenea, olor a humo de leña, a niño abrigado, a resina de pino, a manos y nariz heladas, olor de la estufa con una luz roja que me acompañaba hasta dormirme, clic de la estufa que se desconectaba y se volvía a conectar, olor a luz roja de noche de estufa que me calienta muy cerca.
Olor a paquete de Ducados en el bolsillo del vaquero de mi padre, olor a pulseras cantarinas en las muñecas de mi madre.
Olor de la despensa de mis tíos de Sevilla, olor dulce de despensa grande, olor a caja metálica de galletas, olor de baldosas amarillas, olor a viaje, olor a asientos marrones de coche, a gasolina, olor a canciones de Serrat, olor a niños cansados, dormidos.
Olor de cruasanes de chocolate de mi tía Juli, olor a Jueves en casa de Hellen comiendo cruasanes de chocolate de Juli, olor a fotos y a moqueta, olor a las colonias del tío, olor a voz bajita de radio en la cama de mi tía para dormirnos. Olor distinto de madrugar en su casa, y su cuarto de baño. Olor de mañana de Viernes distinta.
Olor de las colchas de las literas de mis hermanos, verdes con dibujos de la selva, olor a su cuarto, madera, olor a armarios abiertos con ropa colgada, trencas de niño envueltas en fundas plástico, olor a bandurria guardada, olor a altillos.
Olor de la cara arrugada de mi abuela, a su crema de día coloreada, a su colonia fresca, a sus ojos mojados que se seca con un pañuelo de tela, olor a su bolso negro. Lejano el olor del pelo peinado del abuelo, siempre bueno.
Olor a Nochebuena borracha de niños corriendo por todo el pasillo, olor a casa distinta llena de gente, olor a horno, olor a ruido, piernas de personas por todas partes, pisadas que resbalan, carreras.
Olor a mi habitación de niña sola, a cama grande, olor a cuarto distinto, a niña que quiere jugar como un niño.
Olor a las teclas de goma del primer ordenador de la casa, olor a coche nuevo en el garaje, olor a la primera cadena de música, olor a disco.
Olor a mañana malita sin cole, olor a la radio lejana de la cocina, olor a mi cama, olor a tebeo, olor a batín, a escalofríos y a fiebre, a agua que sabe diferente, olor a cuidados de madre.
Olor a libros y a pipas, a sal de las pipas sobre las páginas leídas a mitad del día, olor a comida en la casa, olor a zumo de limón de Encarna, olor a risas en la mesa y a peleas, a gritos.
Olor a cuarto de los juguetes, a mesas de estudio, a Sábados por la mañana viendo sentados en el suelo la tele.
Olor del pasillo más largo del mundo.

6 comentarios:

The silent typewriter dijo...

Hablando de proverbios: para que luego digan que una imagen vale más que mil palabras...

Loredhi dijo...

No vale más que mil palabras

The silent typewriter dijo...

Eso he dicho, que no vale más que mil palabras, porque lo has demostrado al valorar así el sentido del olfato por encima de los demás.

H. dijo...

pues a mi me huele a cafetones con leche, a ensaladas gigantes, a una mesa enorme llena de papeles, a gafas de pasta, a dibujos de ojos, a pelo de david crespado, y a boheringer injelgein.

Loredhi dijo...

Gracias Camelia por apreciarlo.
Hellen sí, y a risa floja que no podemos ni hablar, a pelo de mamá Simpson, a cigarros de poleo

Anónimo dijo...

Sí!

Bello.

Me encantan los olores. Guardan cosas...

Acá en mi nombrecito va otra de olores.