domingo, 28 de enero de 2007

Principito

Llega a mi casa una preciosa caja de música de El principito. Al abrirla suena una melodía suave que baila él junto a su cordero. Un espejito ovalado me enseña su cara rubia de niño bueno cada vez que da una vuelta. No tiene la misma expresión reflejado en el espejo que visto de frente, parece más mágico si cabe, y más lejano también. La melodía suena melancólica y yo cuento las vueltas que dan sobre sí mismos.

Releí hace poco El principito de Antoine de Saint-Exúpery siguiendo los consejos de un sabio. Es una historia profundamente bella y triste.

Como toda tristeza, hace reflexionar.

La primera aparición del principito provoca que la vida de nuestro aviador protagonista se tambalee maravillosamente hasta casi perder el equilibrio. El pequeño hace acto de presencia con sus preguntas, su apariencia menuda y bella, sus sinceras carcajadas, y sobre todo con su mirada.

La mirada del principito no ve sombrero, la mirada del principito ve más allá, se va al Bosque Virgen y encuentra una boa con un elefante dentro. La mirada del principito es la del adulto todavía niño, es la mirada perdida de todos, es aquella mirada que tanto nos cuesta encontrar.

“…derecho, siempre adelante de uno, no se puede ir muy lejos…”.

Tiene razón el principito, con sus palabras nos viene un poco a despertar. Siempre es preferible ser un elefante comido por una boa, o una serpiente sin piedad, a un sombrero. A un sombrero y ya está.

Seguiré escuchando tu melodía, amigo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó que le hiciera tanta ilusión a la Pei

Anónimo dijo...

Y también que te guste a tí

Anónimo dijo...

hola hermana, he dedicado una cosita a manete y a pau en mi blog, enséñaselo, un besete

Anónimo dijo...

Muy bien dicho Loredhi, hay que regresar al Bosque Virgen. Es curioso pero no recordaba ningún bosque, sólo desierto y farolas. Qué magnífica excusa para volver a leerlo...Camelia

Loredhi dijo...

Toda excusa es buena para retomar buenas lecturas

Stacy Malibú dijo...

Probablemente el mejor libro de la historia. La vida es "asin"....sorprendente, tierna, inteligente y trágica...todos sabemos el final.

Alguien dijo...

Ay

Yo estoy buscando los Olores Lejanos.

Creo que me acostaré tarde, me estoy perdiendo en este blog bosque. Sos una mujer muy sensible. Y algunas épocas mías fueron duras y tristes y leer esto me lo recuerda, sí, pero también me dice que podés y podrás estar muuuuuuy bien. =)

No es tristeza lo que siento al recordar épocas duras o al imaginarte pasando malos momentos: es esperanza.

Besos, voy a seguir buscando los olores y leyendo los sabores, je.

Anónimo dijo...

Ay, dios, que me lío con las identidades. Que la idea no era andar de incógnito sino reirnos un rato, no es cuestión de ocultar que Rosa Llovizna soy yo payaseando.

Ya sabés: soy yo misma con este o el otro nombre. Rosa Llovizna es graciosita, yo soy más seria. Pero es que se mezclan!
=D

Ah, no me respondas acá que ni sé en qué parte del blog estoy! Ando leyéndote, despacito, disfrutando.

Besos